Nosotros los guadalupanos

No soy católico, no creo en la aparición de la virgen y sin embargo soy guadalupano.
(Crónica de este bizantino pensamiento)

El pez muere por la boca, y yo también, sirva esto como una prueba mas a las teorías evolucionistas que explican que algunos de nuestros ancestros de millones de años fueron seres marinos.

Una de las innumerables ocasiones que he abierto mi bocota mordiendo un anzuelo discursivo fue sobre el tema de la virgen de Guadalupe.
Encontrábame comiendo en una fiesta familiar en la casa de una familia del barrio de Lindavista, familia que durante generaciones había estado avecindada en los alrededores de La Villa.
Platicaba en la sobremesa con una ferviente creyente de la religión católica, apostólica y romana, y del milagro del Tepeyac. O sería mejor decir que ella me cuestionaba sobre mi incredulidad respecto de estos temas.
Cuando empecé a hablar sobre el mito Guadalupano, todos los comensales guardaron silencio, mi bocota y mi pasión por la discusión, me había metido en un verdadero embrollo, el comedor era para como 24 personas pero estaba altamente sobrepoblado, tal vez en un 50%.
El silencio de aquel antes bullicioso lugar me hizo pensar y entender en cuestión de segundos el lío en que me había metido: Ésta familia que tanto estimo, que me ha brindado su deliciosa comida, tan católica que son mas de 10 hermanos, entre los que hay una monja y dos padres y algunos mas seminaristas que no terminaron, es avecindada por generaciones en los alrededores de la Villa, su herencia, su cultura, su vida es ser guadalupanos incluso antes que su fervor católico y yo en vez de abrir mi boca para deleitarme con la comida que me ofrecen, equivocadamente la abro para otra cosa.
No era fácil salir de semejante lío, así que afirmé categórico:
-“No creo en el mito histórico pero si soy gaudalupano”
- Si chucha- dijo burlona mi interlocutora, mientras todos me echaban miradas entre incrédulas, ofendidos y amenazantes
El remolino de pensamientos que pasaba por mi cabeza tenía que ver mas con el simbolismo que representa para los mexicanos la virgen morena que con nada religioso. Sin embargo conforme avanzaba la discusión me metía en mas y mas embrollos, yo no quería salir mal parado en la discusión y tampoco quería ofender a tan estimada pero fervorosa familia.
Desgraciadamente a mayor fervor mucha menor tolerancia, nosotros los agnósticos y ateos tenemos que autocensurarnos continuamente ante nuestros moralistas, religiosos y bondadosos conegéneres porque no vayamos a ofender susceptibilidades religiosas mientras que ellos pueden se burlan de los pensamientos ateos, con frases infantiles y ridículas como -“Entonces si no crees en dios, ¿ El universo los hicieron los gringos o quienes?”-
Regresando al anecdotario, he de decir que me había metido en un agujero negro sin fondo, como se puede imaginar cualquiera que alguna vez haya intentado explicar a un grupo de fundamentalistas católicos, una idea sociológica basada en un milagro religioso. (hasta explicar la anécdota se me está complicando)
La cosa es que salí de ese atolladero con un ejemplo muy sencillo, debido a que nadie me creía que podemos ser seguidores, respetuosos de un símbolo religioso, se los ejemplifiqué de la siguiente manera.
-¿Tienes respeto por el escudo nacional?-
Me dijo que si, y a eso le contesté que el escudo nacional había sido en el pasado, una escena absolutamente religiosa puesto que era la tierra prometida, para los aztecas según su oráculo de Aztlán, de modo que eso era precisamente a los que me refería con ser guadalupano, soy respetuoso del manto de Guadalupe, de la imagen de lo que simboliza, de la unidad de los mexicanos, de la historia de México que ha girado alrededor de ella. De lo que simbolizó a los mexicanos cuando siguieron a Hidalgo, a Morelos, nuestro estandarte ante los franceses y los gringos, estandarte de Zapata.
Ultimamente una rafia de aprovechados como Fox hasta AMLO la han querido utilizar, eso si es burla, y la religión católica santificando a Jaun Diego quiere seguir explotándola.
Alguien me decía que los españoles tenían estandartes católicos, incluso imágenes de santos y de Cristo, pero nosotros teníamos a la virgen y quedó claro quien ganó.
No creo en religión alguna, no creo en el mito histórico guadalupano, no creo en los milagros religiosos de la virgen morena, pero que quede claro, los mexicanos todos somos guadalupanos y yo soy muy guadalupano.